¿Alguna vez has entrado a un túnel? ¿Eres de las personas que disfrutas el panorama? o de los que ¿ya quieren salir lo antes posible?

Bueno, muchas veces tener este tipo de visión hace que tengamos un punto ciego y perdamos de vista la realidad. 

Normalmente cuando conducimos demasiado rápido, nuestra visión es estrecha y se asemeja a las viseras que tienen los caballos ya que somos incapaces de ver lo que sucede en nuestro entorno, solo vemos el ángulo de visión delantero y lo que se encuentra a los lados se difumina o prácticamente se desaparece.

Si traemos este fenómeno a nuestra vida diaria metafóricamente podrás darte cuenta que algo similar nos ocurre cuando estamos altamente estresados o ansiosos, haciendo que nuestro pensamiento crítico y positivo se reduzca, lo que nos lleva a, entre otras cosas, tomar decisiones impulsivas.

Este efecto hace que tengamos un estrechamiento en la atención y audición, ya que no solo dejamos de ver ciertos estímulos sino que también nos desenfocamos de ciertos sonidos. Cabe resaltar que si el estrés es muy severo, los receptores visuales y audibles pueden apagarse por completo. Lo que se llama “exclusión visual y auditiva”. Muchas veces también el cerebro se apaga porque detecta el estrés como algo peligroso debido al cortisol y adrenalina descargado, provocando un desmayo.

Ahora podemos llevar esto a la situación actual, sabemos que desde que inició la pandemia nuestra emocionalidad ha sido sumamente afectada y rápidamente entramos a una visión de túnel, donde todo nuestro foco visual y de audición se encuentra sobre lo que ocurre de acuerdo a la pandemia, al encierro y a todas sus consecuencias. 

Pero hay que recordar que en todo túnel aún entra una pequeña cantidad de luz, o inclusive se logra ver la luz al final del él si se llega a percibir. Esta luz que entra hace que nuestro ojo observe diferente la realidad, logrando ver lo que rodea y no centrando el foco de atención en la oscuridad del túnel.

Es probable que el tener una visión de túnel sobre la información de la pandemia nos ayude a sobrevivir, sin embargo, no es nada beneficioso para nuestra salud mental y física. Y además nos estamos olvidando de lo positivo: como en las cosas pequeñas;  tener el beneficio de trabajar en casa y no enfrentarnos al tráfico diario, y que esto te permita estar más tiempo con tu familia o que puedes organizarte de tal forma que puedas tener un tiempo del día para escribir, hacer yoga o ejercicio, etc.

Intenta disminuir tus niveles de tensión para recuperar la atención en las cosas positivas del día a día, presta atención a tu estado actual y agradece por todo lo que tienes, que te aseguro son mucho más cosas que si enfocas toda tu atención y te agotas por algo que no esta en control de nadie; ni de la persona más estudiosa, preparada y profesional del mundo.

“Si tienes solamente un fósforo en la mano, el último de la cajita y tienes miedo de prenderlo, no tengas miedo, que una gran chimenea será encendida e iluminara el túnel.”

Compartir:

Publicaciones Similares